Ana Arregui
“Antes de cambiar el mundo, tienes que aceptar que tú
también formas parte de él” ¿ Y qué es el mundo? ¿Cuál es mi mundo?
El concepto, el discurso, ¡El discurso! -¿Cuál es el discurso de tu obra? - ¿ Tú
pintas? - ¿Tú haces fotos? - ¿Arte
Público? Eso qué es?… - Pero, ¿Tú no pintabas? - Sí, pero actualmente me dedico
al diseño… - Pero… ¿El diseño es Arte? - Tienes que definir tu discurso, el
concepto… - Y vuelta a empezar para volver a repetir las mismas situaciones
donde la justificación de tus acciones es la constante invariable de la
ecuación. La justificación elevada al
discurso claro está, porque se debe definir una línea para que tu obra sea
coherente y te permita poner copas en un bar los viernes por la noche después
de asistir al Opening de tu mejor
amigo que realiza Performance, bueno
no exactamente, realiza acciones más orientadas al Happening que difiere del
primero en la improvisación (ver Wikipedia).
En el vino inaugural coincidirás con el resto de colegas
apelados “culturetas”, “pinturitas”, “artistillas”, fácilmente diferenciables
dentro del “mundillo”, pero que para el resto del populacho se engloban en la
élite de: “Los jipis estos...” ( Se recomienda no caer en crisis existencial si
uno no se siente identificado-aceptado con alguna de estas comunidades.. son
muy exclusivas), y la justificación de la ecuación da paso a la intención de
nueva creación... Las ideas afloraran a partir de la 3º copa y la exaltación de
la amistad se traduce en “tenemos que hacer algún proyecto juntos”. Todo ello
es la conclusión de una animada conversación sobre el papel del sujeto en la
esfera pública, y la conciencia del ser, entre otros... Siempre enlazándolo de
manera magistral con tu discurso, of
course.
Una vez añadido el ingrediente secreto del concepto ya está
listo el proyecto definido dentro del discurso lineal que se aunará en el
dosier personal y será remitido (junto al CV, títulos, cursos, cartas de
recomendación, papas en vinagre y demás) a la dirección indicada para optar a
la Beca de Jóvenes Creadores que el año pasado ganó un artista nacido en la
década de los años 60 con diez años de carrera artística a sus espaldas. No
olvidar incluir un sello y un sobre para la devolución de la documentación
enviada (Muy importante este dato, ya que la colección de dosieres devueltos queda
de maravilla en la estantería de la salita, junto a las velitas aromáticas y el
artilugio ese raro rescatado con tanta ilusión del contenedor...). Y a pesar de
los pesares, sigo enraizada a esta vida. ¿Acaso no es maravillosa? seguiré tropezando una y otra vez con la dichosa
piedra... Me encanta, me regodeo, y no pienso rodearla. Eso es lo que NO quiero
cambiar. Me gusta.
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